En pleno invierno en el centro de yoga Oceanía, contemplando el mar de fondo, llenándonos de energía por el espacio, y lo mejor, por cada una de las personas que vinieron…
3 horas jugando, que pasan rápido
11 personas se atrevieron, sin saber qué es ésto de la Risoterapia a probar la experiencia, algunos venían como regalo de cumple y no sabían ni en qué municipio estaban!! (si, sí, le trajeron con ojos cerrados desde Colmenar… jajaja)
Fuimos calentando la sala con el movimiento, y empezó el juego, y con él las risas, después vinieron bailes, buscamos casa, nos enraízamos con el suelo, luchamos, ganamos, perdimos, nos reímos otro poco más, y seguimos jugando, vibramos, sentimos y nos emocionamos…
Crearon entre todos un taller lleno de magia, que lo hicieron posible cada una de las personas con su esencia y su actitud.
Cerramos antes de Navidad con el mejor y mayor regalo que podemos dar … el tiempo y el cariño a nosotros mismos para poder compartirlo con los nuestros.
¡Gracias!
Aunque algunas borrosas, aquí parte de lo que vivimos… 😀